La prensa nació en la clandestinidad por una incipiente oposición al poder por la vía impresa.
El miedo a lo desconocido era y es una reacción natural del ser humano. Una vez superado el período inicial, los avances se consolidan, desarrollan e impulsan nuevos mercados.
De los primeros papeles periódicos, al carácter ilustrado de un periodismo que se gestaba con la dinastía borbónica para reforzar el estado.
Este surgía como fruto de la iniciativa privada pero requería licencias de
Gutenberg (herrero alemán inventor de la imprenta de tipos móviles en Europa en la edad media, cuyo mejor trabajo fue
Michael Hart creaba en 1971 una biblioteca de libros electrónicos gratuitos, disponibles en Internet, pero que ya existen de forma física. Se trata de autores que dieron su permiso, otros que nunca tuvieron derechos de autor o han expirado. En definitiva, muestra su gratitud con la herencia literaria mediante obras de referencia. Su lema “cortemos los barrotes de la ignorancia y el analfabetismo”.
Este proyecto lleva el nombre de creador de la imprenta: Gutenberg, quien superó con su invento la barrera del tiempo.
El nuevo reto que se nos plantea en cuanto al alfabetismo es el desconocimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación por parte de grandes sectores de la población. Es lo que también se conoce como fractura o brecha digital. Es una expresión que hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen Internet y aquellas que no, aunque tales desigualdades también se pueden referir a todas las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como el computador personal, la telefonía móvil, la banda ancha y otros dispositivos. Como tal,
El periodismo digital ilustra mediante texto, imágenes, sonidos y vídeos la información.
¿Quién nos iba a decir que la tendencia del mercado publicitario se inclinaría a favor de Internet en época de crisis?. ¿Qué ocurrirá cuando se reactive la economía tras la actual recesión?.
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